“Las ideas son patrimonio de la humanidad...”: respetar el derecho de autor cuando tantos han hablado tanto de lo mismo - y hasta lo escriben...-, podría.ser un buen ejercicio académico; pero en la empresa el reto está en aplicarlo: El que lo haya dicho no importa tanto como el que lo haya aplicado.
Hemos leído los mismos libros, conocemos los mismos hechos, tenemos los mismos datos, vivido los mismos acontecimientos y hasta citamos a los mismos autores. Pero ¿les hemos entendido?, ¿Hemos sido capaces de aplicar lo que en teoría se puede concluir sin pensar mucho?, ¿Hemos interpretado correctamente lo interpretable?, ¿Estamos consientes de la necesidad de retomar lo que en su momento pensamos?.
Retomar no deja de ser una palabra con espíritu cansino: TRANSFORMAR, debe ser lo nuevo; transformar el presente para impedir que el futuro sea solo una continuación del pasado, transformar - real y sinceramente -, empezando por transformarnos a nosotros mismos para transformar después a los demás, al entorno, a los ambientes, a las culturas; transformase en lo pequeño para transformar lo grande.
Transformar habla de cambio de forma, pero en palabras de Víctor Hugo, ‘la forma es el fondo que sale a la superficie ...”, transformar el fondo, es en principio la esencia del verdadero cambio; para cambiar cada vez más rápida y eficazmente es necesario “enamorarse” del cambio, amarlo..., y, con la conciencia de los tiempos actuales, vivir plenamente los cambios presentes.
Transformar con revisión y visión al mismo tiempo: revisión del pasado, con la frialdad de la inteligencia y visión del futuro, con la fuerza del corazón. La voluntad juega en el presente, se da en cada momento, su tiempo en el cambio es el hoy, precisamente hoy, con la consideración de que el hoy no ha existido nunca, no tiene precedente ni ha existido jamás…
en palabras de Gustavo Hernández con ideas Rafael Arana y Joan Ginebra
